CAPÍTULO 2
"FLOR DE PRIMAVERA"
Pasó la primavera más bonita que nunca antes había visto. Todo era luz y color. Pero la vida pasa con sus penas y alegrías. Un día el padre de Clara cayó tan enfermo que se tuvo que encamar.
Para Clara fue muy duro. A su padre se le agrió el carácter ya fuerte que tenía. Pasó unos meses muy duros, arrastrada por complacer a aquel señor que la gente decía que había sido amable y cariñoso y que ella nunca había conocido.
Su padre falleció el otoño siguiente cuando Clara ya estaba esperando su primer hijo.
Vivió la maternidad como algo especial. En realidad, todo lo vivía más profundamente que cualquier persona, pues ella había tenido una vida pobre de sentimientos junto a su padre.
Clara tuvo cuatro hijos, bueno tuvo un quinto hijo en su matrimonio pero aquel bebé se le fue de las manos una noche de tormenta; el parto se precipitó en medio de la noche, ella se quedó con los niños mientras su marido salió en busca de la matrona del pueblo. Cuando consiguieron llegar, entre el granizo y el viento, Clara se debatía entre la vida y la muerte, en medio de un gran charco de sangre. La matrona sacó al bebé con un hálito de vida que se disipó en los brazos de Clara para siempre. En aquel instante se acordó de su madre que, al igual que ella, había luchado por dar vida y se echó a llorar desconsoladamente.
Siempre pensó que aquello que le tocó vivir, le dio más fuerzas todavía para luchar en la vida y sobre todo por sus hijos.
Era lista y se dio cuenta que aunque sabía de la vida necesitaba conocer las letras y los números para enseñarle a sus hijos y también por ella misma.
No muy lejos de su casa, vivía una mujer "de ciudad", como le decían en el pueblo.
CAPÍTULO 3
"SARA"
Una historia real de superación personal... CAPÍTULO I "TARDE DE OTOÑO" Llovía una tarde de otoño, Clara se encontraba sentada en el sillón favorito de su casa de campo, recordando como había sido su vida. Rondaba los setenta años; era una mujer cansada, machacada por una vida muy dura. Le había tocado vivir lo mejor y lo peor de una existencia tormentosa; pero estaba en pie. Siempre decía: ¡No es fácil, nunca es fácil!. Había sacado una lectura positiva, enriqueciéndose de la experiencia. Trabajando toda su vida en el campo. llevando a su cargo la granja de un vecino y como toda mujer de su época, levantando una casa y con ella, una familia. Recordaba el día que conoció a su marido. Era una tarde soleada después de un día lluvioso. la presencia del arco de colores en el cielo sobre las cumbres de las brillantes montañas, hacía presagiar u
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